Así titulaba Ceuta al día, ayer, 15 de marzo, este hecho (puedes clicar para acceder a la noticia): Ocho de cada diez víctimas de agresiones a personal sanitario en Ceuta son mujeres
¡Cualquier día ocurrirá una desgracia! Esta es la frase que se escucha constantemente en el Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Ceuta, cada vez que se produce una agresión física y/o verbal contra los trabajadores que allí prestan sus servicios.
Agresiones que se producen con mucha más asiduidad de las que reflejan las estadísticas del Ingesa, las cuales no recogen todas aquellas que los trabajadores no denuncian en su centro de trabajo ni en la comisaría de policía por miedo. Miedo a que te reconozcan en la calle cuando sales de tu domicilio, miedo cuando recoges a tus hijos del colegio, miedo a que el agresor simplemente vaya a buscarte a tu trabajo y cumpla con la amenaza con que te señaló aquel día. Miedo en definitiva a que el agresor vuelva a hacerte un daño, quizá esta vez irreparable, por haber denunciado una agresión anterior.
Además, y por si esto fuera poco, los trabajadores dejan de denunciar las agresiones por la poca confianza que le merecen los supuestos mecanismos de protección de que disponen, los cuales no impiden que los agresores, un día si y otro también, puedan emplear el tipo de violencia que quieran contra ellos, ya sea verbal o física, en muchos casos con armas punzantes.
Evidentemente, las agresiones que no se denuncian no tienen eco en los medios de comunicación: diarios escritos, digitales, radio, televisión. Por lo que la opinión pública desconoce la inseguridad y el peligro con los que conviven diariamente los trabajadores del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Ceuta. Pero es una realidad, y quién no lo crea, que consulte los medios de comunicación y vea todas las intervenciones y detenciones que realizan los cuerpos policiales en los alrededores del hospital, que esto tampoco lo registran las estadísticas del Ingesa.
A este sindicato, al que si le consta el miedo y falta de confianza de estos trabajadores, le preocupa sobremanera esta situación de inseguridad, y no queremos que cumpliéndose esa predicción, ocurra cualquier día una desgracia que tengamos que lamentar todos cuando ya sea tarde. Por eso desde la FeSP de Sanidad de la UGT, exigimos al Ingesa, al Gobierno de la Ciudad y del Estado, que cumplan con su obligación de proteger a estos trabajadores, arbitrando las medidas necesarias para que no se produzcan mas agresiones. Bien con vigilancia policial en el servicio de urgencias las 24 horas, instalando un arco de detección de metales, o cualquier otra medida que devuelva la seguridad y confianza a los trabajadores.