El 8 de marzo, con motivo de la Huelga Feminista, FeSP-UGT convoca un paro entre las 12:00 y 12:15 horas en todos los centros educativos, y solicita la participación del profesorado en acciones de formación con el alumnado explicándoles la importancia de la igualdad y la prevención de la violencia de género. Recordamos también que, a las 18:00 horas, en Plaza de los Reyes, hay una convocada una Concentración que, esperamos, sea masiva.
¿Por qué paramos este Ocho de Marzo?
Porque queremos denunciar que las mujeres somos las que sufrimos los efectos de la desigualdad y los efectos colaterales de la crisis:
- El 51,7% de las personas en desempleo son mujeres.
- Hay más de dos millones de desempleadas.
- La Tasa de actividad femenina es 11,48 puntos inferior a los hombres.
- Ocupamos el 74% de empleos a tiempo parcial.
- Nos hacemos cargo de los trabajos de cuidado de hijas e hijos, acogiéndonos en un 92,63% en las excedencias por cuidado de hijos e hijas, con la implicación que tiene para nuestra carrera profesional y para la jubilación.
- Sufrimos la violencia de género y el acoso sexual.
- Existen barreras que no dificultan nuestra presencia en todos los ámbitos y niveles de la vida política, cultural, social, económica y participativa.
Porque también en enseñanza existe una brecha de género que se refleja en los niveles donde trabajamos las mujeres, los puestos de dirección, en los complementos, las excedencias, la reducción de jornada por cuidado de menores y personas dependientes y la antigüedad.
En el curso 2015/16 las mujeres representamos el 71,62 del profesorado en la enseñanza de régimen general. Y constituimos el 97,56% del profesorado en la etapa de infantil y el 71,815 en la etapa de primaria.
Nuestra presencia se va reduciendo en las siguientes etapas educativas. Por ejemplo, en los centros de ESO y Bachillerato solo representan el 57, 76% del profesorado. Estas cifras se han mantenido prácticamente iguales durante los cinco últimos cursos. Lo que indica que no hay una tendencia a modificar la presencia de los hombres en espacios que tradicionalmente se han vinculado al cuidado y la infancia. En cuanto a la dirección de los centros educativos el 55% son hombres.
En el otro extremo tenemos la enseñanza universitaria, en la que las mujeres han ido ocupando posiciones en las distintas áreas y departamentos. Pero la igualdad está muy lejos de ser una realidad.