Sorprendía (o quizás no tanto) que algún telediario nacional calificara las reivindicaciones sindicales de añejas en su entradilla a la información sobre las diferentes movilizaciones del Primero de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores y de las Trabajadoras. Pese a las campañas de descrédito, a los bulos, a las cadenas-trola de Whatshapp, a los memes que cuestionan a los sindicatos de clase, la realidad se impone: ganamos en afiliación, ganamos en capacidad de convocatoria y estamos ahí, tanto para nuestros afiliadas y afiliados como para quienes no lo son y se benefician de nuestros logros y conquistas, en nuestras sedes, en los centros de trabajo, en las calles. UGT cumple 130 años y os aseguramos que nos encontramos en la más tierna infancia, que nos quedan muchos más años para seguir combatiendo; para seguir luchando, incomodando a quienes nos ven como un obstáculo respecto a sus egoístas intereses; para seguir dedicándonos a nuestra única razón de ser: los trabajadores y trabajadoras.
¿Y qué tal la manifestación del 1º de Mayo en Ceuta? ¿Hablamos de cifras? ¿Nos lamentamos por ellas? ¿Las celebramos? A estas alturas, las cifras dan igual en nuestra pequeña ciudad. Al parecer, la asistencia fue más numerosa que en otras ocasiones, un hecho que nos alegra... pero nada en comparación con el ambiente reivindicativo, con los sentimientos, con la fuerza, con el corazón y vida que se respiraron desde que comenzó la marcha a las 12:00 de la mañana en la Plaza de la Constitución. Lo importante es que estuvimos ahí... y nos sentimos acompañados, arropados.
La jornada se zambulló, sin coger aire, en los conflictos que más desgarran a la sociedad española, resumidos en un "España no aguanta más" y en una "Ceuta no aguanta más", pancarta esta última que presidió la marcha, portada por mujeres... porque este Primero de Mayo, por derecho propio, fue feminista (¡Vivas, Libres, Unidas!, en consonancia con el histórico 8 de marzo, que sí, que marcó un antes y un después pese a que el terrorismo machista no cesa por desgracia)... sin olvidar, por supuesto, el zarandeado colectivo de los pensionistas y, a nivel nacional como local, el paro (¡Ceuta es ya la segunda región de la UE en récord de paro!) causado por la dañina reforma laboral de la que el Gobierno está tan satisfecho (se clamó, una vez más, por su derogación) y una frontera fluida, libre de problemas, conflictos y desgracias que repercuten a uno y otro lado de la misma.
También se manifestaron otros colectivos, como los trabajadores y trabajadoras de los supermercados Día, que sufren una situación de incertidumbre laboral.
Fue ejemplar y entrañable la presencia de nuestro Secretario General, Juan Carlos Pérez, convaleciente tras unos problemas de salud y, afortunadamente, en fase de recuperación. Comenzó su pequeño discurso dando de manera muy significativa las gracias "por estar aquí" (¡como no podía ser menos, compañero!) y prosiguió: "Este Primero de Mayo tiene que ser el de la recuperación en todos los sentidos: de la lucha por los salarios dignos, de la lucha por unas pensiones dignas, de la igualdad de la Mujer. Los trabajadores tenemos que ocupar la calle, tenemos que salir y decirle a este gobierno '¡Basta ya!, ya es hora de la recuperación y nos toca'. Y tenemos que hacerlo donde tenemos que hacerlo, en las urnas y en la calle".
Este año sí hubo banderas de la UGT, a las que no estaremos dispuestos a renunciar jamás tras alguna convocatoria en que a los sindicatos se nos pidió que se difuminaran para dar protagonismo a la gente y coparticipar en dudosos actos cuando menos "exóticos" y fuera de lugar. Estamos orgullosos y orgullosas de nuestras siglas, de su historia pasada, presente y, sin duda, futura... y las "nuevas" (?) formas de participación política y social en la vida pública no pueden situarnos en un segundo plano ni difuminar lo que fuimos, lo que somos y seremos. No caeremos más en la trampa: nos hacemos visibles porque somos quienes convocamos a la ciudadanía ante cualquier problema o injusticia que la perjudica. No tenemos que avergonzarnos de nada: tan solo mejorar y mejorar, aprender de los errores (porque sin ellos no se aprende), ejercer la autocrítica cuando sea necesaria, ser transparentes y estar a pie de calle, con la ciudadanía. Ser de UGT, Ahora UGT, Siempre UGT.
¿Un Primero de Mayo y se acabó? En absoluto. La calle, la Plaza de los Reyes volverá a ser escenario de cuantas reivindicaciones hagan falta... porque es tiempo de ganar y porque no pasamos ni una.
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