La inmensa mayoría de ciudadanos de este país quiere un Sistema Nacional de Salud de calidad. La cuestión está en cómo se logra: en primer lugar, entendemos que una financiación finalista suficiente para garantizar los recursos humanos necesarios y tecnológicos es imprescindible.
Si queremos determinar cuáles son los recursos humanos necesarios para atender las necesidades de la población es preciso realizar un estudio de necesidades y planificar de acuerdo con ellas los recursos que precisa el sistema, poniendo especial atención en la formación de los profesionales. No solo es necesario tener el número suficiente sino que es preciso que sean excelentes, ya que las profesiones sanitarias actúan directamente sobre lo más preciado que tiene la sociedad: las personas. Ha de ser una preocupación del gobierno, y es su responsabilidad procurar y vigilar que exista una formación de calidad en los profesionales sanitarios.
UGT, junto con otros sindicatos, firmó un primer acuerdo para estabilizar el empleo temporal en 2017 y un segundo acuerdo con el gobierno, en el horizonte temporal de 3 años. Frente a las subidas del 1% en 2016 y 2017 este acuerdo asegura una subida mínima en los 3 años del 6,1% que podría llegar hasta un 8,79. Nos gustaría haber firmado una subida mayor, pero en la negociación cada parte va cediendo en diversas propuestas iniciales hasta llegar a un acuerdo. En los acuerdos del gobierno la sanidad es uno de los sectores prioritarios, lo que permite un incremento de empleo del 8% para aquellas comunidades autónomas que hayan cumplido la regla de gasto, la deuda pública y el objetivo de déficit de un 5% para aquellas que no lo hayan cumplido.
Es previsible, por el envejecimiento de la población de éste país, que no sea suficiente el incremento de recursos humanos, pero es un inicio. La creación de empleo para UGT es un objetivo prioritario, como también lo es la estabilización en el empleo que se pactó en el primer acuerdo en marzo del 2017. Este acuerdo incluye mejoras en la conciliación de la vida familiar y profesional y un compromiso para desarrollar el EBEP, que si bien permite la jubilación con contrato de relevo no tiene establecido el mecanismo para hacerla efectiva. Esto da pie para sentarse a hablar de la jubilación, algo imprescindible en un país con una población envejecida: los profesionales también somos mayores y tenemos más problemas de salud.
Otro de los puntos fuertes de este acuerdo se recupera la negociación colectiva en las mesas sectoriales de las comunidades autónomas. En ellas se podrá pactar la calendarización de jornada laboral de 35 horas y se podrá recuperar el 100% en situación de incapacidad temporal. El acuerdo es una puerta abierta para seguir negociando cada día. Esto es lo que tenemos, más de lo que teníamos antes de negociar en el acuerdo, pero seguimos en peor situación de lo que estábamos en el 2009, de lo que se deduce que debemos seguir trabajando.
Cuestiones como la homogeneización de la carrera profesional será algo a tratar en el ámbito de negociación. Creo que es difícil pero no imposible. En el ámbito de negociación tenemos un proyecto de homogeneización de baremos que no incluye lenguas cooficiales como requisito, en el que todos los sindicatos estamos de acuerdo y no acaba de salir. Por lo que a UGT respecta seguiremos empeñados en que salga adelante. Además se pondrán en marcha un grupo de trabajo sobre agresiones y otro sobre especialidades de enfermería, y se constituirá el Observatorio de RRHH, para estos grupos y para el observatorio ya hay fechas establecidas.
En cuanto a la propuesta de OPEs cada dos años con concurso de traslados previo, estamos de acuerdo en que no es admisible que haya profesionales que no hayan podido ni concursar en una convocatoria de traslados, ni siquiera presentarse a nuevo ingreso a menos que renunciaran previamente a la plaza que tenían. En cuanto a los traslados, el objetivo de UGT es que estén centralizados a nivel estatal. La OPE cada dos años es necesaria si queremos evitar que se vuelva a crear una bolsa de temporalidad tan importante como la que hay actualmente. También habría que añadir que se debería suprimir la tasa de reposición para que cada comunidad pudiera establecer un plan de recursos humanos adecuado a las necesidades de su población.
Hay algunas cuestiones específicas del colectivo médico que en la conferencia médica que tendrá lugar en unas semanas los médicos reivindicaran como colectivo, pero UGT entiende que el diálogo con los sindicatos es el foro para plantear los problemas laborales de los profesionales, y que desde este diálogo se puede y se deben plantear cuestiones de diferentes colectivos. Entre estas cuestiones está la retribución de las horas de guardia al menos como horas ordinarias y el cómputo como jornada de trabajo.
UGT entiende que además de los problemas que las enfermeras comparten con el resto de los profesionales sanitarios, están pendientes otras cuestiones como el desarrollo de las especialidades. Si finalmente sale adelante el Real Decreto sobre prescripción enfermera se planteará el problema de establecer los protocolos. UGT ha manifestado reiteradamente su desacuerdo con ese Real Decreto: las enfermeras deben ser incluidas como podólogos y odontólogos en la ley del medicamento, ya que cursan el mismo número de créditos sobre terapéutica que estos profesionales. Evidentemente la prescripción será para dar respuesta a los diagnósticos de enfermería y no a diagnósticos médicos.
Otro de los problemas a que se enfrentan los profesionales de enfermería es el envejecimiento de la población, y la necesidad de cuidados en la sociedad ha aumentado. El establecimiento de unas ratios adecuadas que sirvan de pauta para la puesta en marcha de planes de recursos humanos es imprescindible si queremos evitar los problemas derivados de las plantillas raquíticas, como las complicaciones que generan daño evitable en los pacientes y gastos en el sistema sanitario.
Gracia Álvarez Andrés, responsable de Salud, Sociosanitario y Dependencia de FeSP-UGT.